Las palabras, que usamos a diario para expresarnos dice mucho de lo que hay en nuestro corazón, así lo enseño Jesus si tenemos cosas buenas hablaremos de cosas buenas, si tenemos cosas malas halaremos solo de cosas malas. Es importante que las palabras sean las correctas para expresarnos con esto lograremos comunicarnos de una forma efectiva y daremos a entender mejor nuestras ideas así lo muestra la Palabra de Dios y maldice a quien quiera cambiarlas. Ap 22:19.
Muchas personas son presa de las palabras que ocupan, una de las sentencias mas celebres en la películas policiacas es aquella frase cuando el policía atrapa al criminal y le dice -tienes derecho a guardar silencio y todo lo que digas podrá y será usado en tu contra- y aveces padecemos de las propias frases que decimos a los demás, a tal grado que nos arrepentimos de haberlas dicho, pero vez tras vez caemos en el calor de nuestra inflamada lengua.
Asi, que tenemos que ser reflexivos de lo que decimos y pensamos pues Jesus enseña que no es el mero músculo u la mente quien nos lleva a expresarnos así, sino que es el centro de nuestras emociones lo que llamamos corazón el que si esta dañado y esta muy sucio solo expresara palabras que dañaran a otros y hablaran de cosas tan sucias que hacen sonrojar al mas liberto.
Somos lo que hablamos y hablamos de lo que conocemos.
indudablemente somos lo que hablamos y tenemos que observar las palabras que usamos, si son altisonantes, o palabras como: siempre haces lo mismo, nunca voy a poder, ya no lo vuelvo hacer, aunque quiero no puedo cambiar. a mi me vale lo que la gente piense, etc. Estas frases reflejan la frustración que tenemos nosotros mismos o hacia los demás, pero dejan ver lo verdaderamente hay en nuestro interior.
Lo importante de saber que palabras usamos al expresarnos es porque nos darán un diagnostico de como estamos por dentro y reflejara la necesidad que tenemos, no tenemos porque asustarnos de lo que encontremos en nuestro interior, una y otra vez tomamos las cosas que nos hacen daño y las guardamos en nuestro interior, aquellos regaños que bien merecidos nos ganamos de nuestros padres, pero que en ocasiones ellos sobre exageraron en el uso de sus palabras y que en vez de ayudarnos, nos lastimaron y sin darnos cuenta siguen en nuestro interior y al estar ahí las usaremos ahora en contra de otros para lastimarlos del mismo modo que nos lastimaron a nosotros.
El mensaje que Juan el bautista, Jesus, y los apóstoles usaron como base de sus predicaciones radicaba en una palabra ARREPENTIMIENTO, Jesus acerco al hombre con Dios pero no sin antes este ultimo diera muestra del arrepentimiento de su vida sin Dios, esta convicción dada por el Espíritu Santo permitía que los hombres conocieran su interior y que se arrepintieran y cambiaran su estilo de vida en base a esto. Por lo tanto, había genuinos seguidores de Jesus pues ellos renunciaban a su estilo de vida pecaminoso y podían seguirlo pues podían experimentar un nuevo nacimiento apartar del mensaje del arrepentimiento.
Esta palabra ha sido cambiada por los evangelistas post-modernos, y en lugar de ella han puesto palabras como, pare de sufrir, testigos de Jehova, prosperidad, sanidad, arrebata lo que es tuyo, etc. Echa un vistazo a las imágenes de los pósters que ocupan para dar publicidad a la multitud de congresos cristianos y sobre todo de los pentecosteses y muy difícilmente hallaremos siquiera la palabra evangelismo y mucho menos arrepentimiento.
Han caído, en desuso como lenguas muertas el verdadero mensaje del arrepentimiento, por eso hay una iglesia incrédula en el poder de Dios y cuanto mas los inconversos que vez tras vez ven como aquellas personas que se congregan todos los domingo salen hacer y seguir viviendo en ocasiones haciendo cosas peores que ellos, ven a Cristianos que solo llegan a hacer ruido pero no muestran una verdadera convicción y esto es porque se quito del mensaje una sola palabra y en su lugar han puesto palabras que corresponden a un evangelio completamente distinto al que Cristo predico.
Por eso tenemos que escuchar lo que nos están predicando si nuestro pastor o líder a cambiado las palabras del mensaje que nos predica y si en ese mensaje nunca han aparecidos palabras como pecado, arrepentimiento, santidad, arrebatamiento, consagración, perdón, podemos estar seguros que solo estamos siguiendo aun gran motivador pero no a un mensajero de parte de Dios. Seguimos a líderes que no tienen compromiso, que predican ferozmente pero sus acciones corresponden a otras palabras, que piden que escuchemos su voz pero que no los veamos a ellos sino a Dios.
Asi pues, estos lideres muestran que no han entendido que ellos mismos son las células dañinas que han causado que la iglesia se enferme con el cáncer de la incredulidad, son ellos los que cambiaron las palabras del mensaje y predican un mensaje que nace de sus corazones y no del corazón de Dios, han querido curar con sus propios remedios a quien de nacimiento ya esta desahuciado y que a menos que tome el correcto vomitivo y sea por medio de el llevado a vivir de una manera diferente tendrá una muerte espiritual irremediable.
Pero también hay muchos que han decidido seguir adelante aun sabiendo que están en una farsa, y que por temor a que los tachen de espiritualoides y fanáticos han permitido que cualquiera les venga a predicar, pueden hasta contar los errores de quien les habla pero ellos nunca tienen tiempo para preparar un mensaje y menos de discipular a alguien, porque conocen que sus vidas son deslindadas con lo que conocen y dejan que otros hagan porque piensan que de este modo no les será reclamado lo que saben que tienen que hacer.
Reflexionemos a cerca de lo que hablamos y de lo que pensamos, si es algo de lo que debemos avergonzarnos hagamoslo frente al Señor pues el sabe que es lo que hay en nosotros, podemos huir de nosotros mismos pero no sanara lo que hay dentro, estamos llamados a un verdadero arrepentimiento y a vivir una vida totalmente entregada a Jesus, podemos ignorarlo pero tarde o temprano nos daremos cuenta que los únicos que han sido dañados somos nosotros mismos.
El testimonio de Steve
En unas reuniones de jóvenes llego Steve, un joven de apenas 16 años pero que ya era drogadicto y líder de una pandilla que se dedicaba a atormentar y asolar a su ciudad, Steve tenia un profundo respeto por aquel joven que dirigía esas reuniones evangélicas, se sentía atraído por lo que hablaba y como se expresaba, en la ultima reunión que Steve el pandillero asistió, sintió el toque de Dios en su corazón, y se quedo al final de la reunión para hablar con el líder de jóvenes, pero aquel líder salió muy de prisa y acompañado de su novia. Así que, Steve decidido a hablar con él le siguió, y lo que vio a continuación le causo un gran shock pues vio como aquellos jóvenes que salían de esa reunión cristiana buscaron un lugar obscuro para drogarse como el mismo Steve lo hacia.
Steve, tomo este evento para justificarse ante Dios y seguir viviendo una vida desenfrenada y vacía, hoy Steve es un gran predicador conocido como Esteban Hill y da testimonio que si en aquella ocasión no hubiese visto lo que vio, sin duda hubiese iniciado su ministerio desde antes y hubiera llevado a los pies de Cristo a muchos de sus amigos drogadictos que murieron sin conocer de Él.
No solo los ojos de Dios nos están viendo, también de aquellos que están buscando un pretexto un error en nuestras vidas para descalificar toda la obra de Cristo, nosotros somos el reflejo de Dios en este mundo, nosotros somos el reflejo de su amor, no solo representamos a Cristo sino a todo su cuerpo, por eso están estridente cuando un ministro cae en pecado y el diablo se encarga de regar el chisme como pólvora.
Hoy Dios ha puesto ante nosotros el bien y el mal, dos caminos uno que se dirige a la destrucción y que muchos han decidido seguirlo porque es comodo y cuadra con cualquier tipo de vida pero también ha puesto un camino dificil de llevar y de caminar que muy pocos lo han escogido quizás en el no encuentres a todos tus amigos y familiares aun tus padres pueden estar lejos de este camino, un camino estrecho donde tienes que doblarte y renunciar a todo lo que te estorba para caminarlo, pero este camino lleva a la vida eterna y lo caminaras con Jesus tomándote de la mano y aunque venga tribulación o angustia en ese camino, Jesus nunca te dejara.
Hoy, es el día que Dios pone ante ti una elección, hoy decides servirle a Él y seguir por el camino estrecho, o decides vivir por el otro camino y vas a la perdición.
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